“No tenemos gobierno”, fue la conclusión a la que llegó un internauta cubano en los comentarios a la Nota Informativa publicada este jueves por la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), que anticipaba otra jornada más de agobiantes apagones.
Transcurrida la primera quincena de mayo, los cubanos comprueban con horror que la “coyuntura” del combustible y los apagones ha mutado en el discurso del gobernante Miguel Díaz-Canel a “una situación sumamente compleja en el tema energético”. Ratificado hace un año (abril de 2023) para un segundo mandato hasta 2028 con el 97.66% de los votos de los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el gobernante designado por el general Raúl Castro para sucederle en el poder acumula méritos como el más incapaz de la historia de Cuba.
Incompetente en materia económica, inepto para la gestión de la res publica (sector público y bien común), indolente, apático, aburrido, sin carisma, adoctrinado hasta el tuétano y con menos gracia que un huevo sin sal, Díaz-Canel sigue de inquilino del Palacio de la Revolución mientras la cúpula del régimen (la que de verdad corta el bacalao) continúa en cortocircuito, sin vislumbrar una escapatoria para esta situación que sea satisfactoria para sus intereses.
Pronóstico y realidad: el abismo entre las cifras de la UNE
Así las cosas, la UNE pronostica para este jueves “una disponibilidad de 2,489 MW y una demanda máxima de 3,400 MW, para un déficit de 911 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 981 MW en este horario”. Basta revisar los comentarios a sus publicaciones en redes sociales para comprobar que los pronósticos de la UNE y las promesas de Díaz-Canel significan lo mismo para los cubanos: un cuento chino.
Si la víspera, la empresa estatal que dirige Alfredo López Valdés pronosticaba en sus redes sociales una afectación de 980 MW, este jueves reconocía que “la máxima afectación en el día fue 1,393 MW a las 20:40 horas, coincidente con la hora pico”. Más de 400 MW de diferencia entre pronóstico y realidad, según datos de la propia UNE. El “chiste” se cuenta solo.
La estrategia de recuperación del sistema electroenergético nacional (SEN) de Díaz-Canel ha fracasado como el “ordenamiento económico y monetario” liderado por el defenestrado y encarcelado ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández. Ni consiguió minimizar los apagones antes de que finalizara 2022, ni llevó adelante las inversiones y mantenimientos en 2023 que prometió para “lograr estabilidad”, ni conseguirá “cambiar la matriz energética del país”, porque apenas le queda matriz energética, o país que soporte sus políticas.
“Se encuentra en avería la unidad 6 de la CTE Nuevitas”, que -después de 77 días de mantenimiento- sincronizó al SEN para salir en menos de 24 horas. Sobre el tema, ni las autoridades ni la prensa oficialista se han dignado a ofrecer explicaciones, en una muestra de parálisis sin parangón, amén de la desvergüenza descomunal.
Poco más resta por decir, salvo dar la razón al internauta: “No tenemos gobierno”.
Preguntas frecuentes sobre la crisis energética en Cuba
Ante la persistente crisis energética que afecta a Cuba, surgen diversas preguntas sobre las causas, el impacto y las posibles soluciones. A continuación, abordamos algunas de las inquietudes más comunes.
¿Cuál es la principal causa de los apagones en Cuba?
La principal causa de los apagones en Cuba es la crisis del sistema electroenergético nacional (SEN), agravada por la falta de inversiones y mantenimientos adecuados, así como por la escasez de combustible.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno de Miguel Díaz-Canel para solucionar la crisis energética?
El gobierno de Miguel Díaz-Canel ha intentado implementar una estrategia de recuperación del sistema electroenergético nacional, pero hasta ahora ha fracasado en minimizar los apagones, realizar las inversiones prometidas y cambiar la matriz energética del país.
¿Cuánto ha sido la diferencia entre los pronósticos y la realidad en la afectación energética?
La diferencia entre los pronósticos de la UNE y la realidad ha sido significativa. Por ejemplo, se pronosticaba una afectación de 980 MW, pero la máxima afectación en el día fue de 1,393 MW, una diferencia de más de 400 MW.