El anuncio de venta de Bird Key, la única isla natural en el norte de la Bahía de Biscayne, ha generado una gran polémica debido a su significativo valor histórico y medioambiental para la ciudad de Miami, en el sur de Florida.
Motivados por el aumento de los precios en el mercado inmobiliario, Finlay Matheson y su familia, propietarios de los 37.5 acres de la isla, decidieron aprovechar el auge y poner a la venta la propiedad, valorada en 31.5 millones de dólares. “La he tenido por 40 años. El mercado de bienes raíces de hoy está caliente y por qué no venderla”, declaró Matheson a Telemundo51. Además, mencionó que en 1985 pagó 36,000 dólares por la isla, que ahora pertenece a sus hijos y a un socio.
Preocupación ambientalista por la venta de Bird Key
No obstante, ambientalistas como José Francisco Barro han expresado su inquietud, ya que la isla sirve como refugio para aves y está registrada como un terreno ambiental en peligro en el condado de Miami-Dade. “Es un sitio donde los pájaros y las aves marinas pueden ir a descansar y poner sus nidos”, explicó Barro, conservacionista y presidente de la Tropical Audubon Society, una organización dedicada a conservar y restaurar los ecosistemas naturales del sur de Florida.
A pesar de que Bird Key es una propiedad privada, su futuro preocupa a muchos. “Con cualquier construcción podríamos perder no solo la isla, también parte de las aguas de la bahía y estos sitios donde está la vida marina y los manatíes, no solo las aves”, añadió Barro.
La situación también ha llamado la atención de la oficina de la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava. “Mi administración ha estado siguiendo de cerca el proceso en Bird Key e hizo una oferta de compra que lamentablemente no cumplió con las expectativas del propietario”, indicó en un comunicado a medios locales.
“La Bahía de Biscayne es a la vez un oasis recreativo y un motor económico para nuestro condado, pero también es el hogar de algunas de las especies más emblemáticas de Florida, incluidas aves, vida marina y manglares que reducen las tormentas”, reza el texto de la alcaldía. “Por eso, mi administración siempre considerará la oportunidad de restaurar nuestra bahía y proteger su vida silvestre mediante la adquisición de tierras. Estamos ansiosos por encontrar alternativas, incluido el apoyo estatal o federal, para comprar esta propiedad y ampliar la huella de nuestros programas de protección de la Bahía de Biscayne”.
En 2019, ante la creciente acumulación de basura en Bird Key, unos 25 voluntarios, organizados por Christopher Boykin, director ejecutivo de Pelican Harbor Seabird Station, “recogieron y se llevaron 1.4 toneladas de neumáticos, muebles de patios, latas, botellas, cajas, cartones, neveras y cientos de otros escombros que han estado ensuciando la isla por lo menos desde los años 80”, reveló un reportaje del Miami Herald.
“Bird Key es de verdad un lugar especial y mágico”, comentó Boykin al diario miamense. “En una gran ciudad como Miami, con tanto concreto y tanta población, tener esta biodiversidad y riqueza de vida resulta realmente algo extraordinario”.
La Bahía de Biscayne, situada entre el Downtown y Miami Beach, no solo destaca por sus playas, sino también por sus famosas islas artificiales y por albergar los Everglades, un parque nacional de importancia ecológica reconocido por la Unesco. Artistas famosos, entre ellos Madonna, Ricky Martin, Shakira, Jennifer Lopez y Gloria Estefan, poseen mansiones en estas zonas, cuyos bellos paisajes cautivan a simple vista.
Preguntas frecuentes sobre la venta de Bird Key
A continuación, abordamos algunas preguntas y respuestas comunes sobre la venta de Bird Key y su impacto ambiental.
¿Por qué la venta de Bird Key ha causado tanta polémica?
La venta de Bird Key ha generado controversia debido a su valor histórico y medioambiental, siendo un refugio para aves y un área registrada como terreno ambiental en peligro en el condado de Miami-Dade.
¿Qué preocupaciones tienen los ambientalistas sobre la venta de Bird Key?
Los ambientalistas temen que cualquier desarrollo en la isla pueda destruir no solo el hábitat de aves, sino también afectar la vida marina y los manatíes en la bahía de Biscayne.