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Alberto Reyes: La lealtad a una ideología no puede justificar la injusticia y la opresión

viernes, 28 de junio de 2024 por Alejandro Gómez

Alberto Reyes: La lealtad a una ideología no puede justificar la injusticia y la opresión
Sacerdote cubano Alberto Reyes - Imagen de © Alberto Reyes / Facebook

El sacerdote Alberto Reyes, conocido crítico del régimen cubano, compartió este viernes un texto en el que insta a reflexionar sobre la postura de quienes aún defienden el modelo socialista a pesar de la grave crisis que afecta al país.

El Padre Reyes destacó que amar la ideología marxista o pertenecer al Partido Comunista es un derecho, pero que esto no puede llevar a negar lo evidente: la vida cotidiana es extremadamente difícil, con escasez de productos básicos y altos precios, represión a quienes piden un cambio político, un sistema educativo colapsado y un alarmante aumento de la violencia.

Reyes, de la diócesis de Camagüey, afirmó en su perfil de Facebook que si defender una ideología implica ir contra la justicia, la libertad y la prosperidad ciudadana, quien acepte esa exigencia elige ser cómplice del mal, no por fidelidad, sino por sumisión y servilismo.

Reflexiones del Padre Reyes sobre la realidad cubana

A continuación, compartimos el texto íntegro de la publicación de Alberto Reyes:

He estado pensando… (LXXV) por Alberto Reyes Pías

He estado pensando en la diferencia entre partidismo y evidencia social. La 'catatimia' es un término psicológico que se usa para designar situaciones donde la persona experimenta una carga afectiva tan grande, que es incapaz de evaluar correctamente la realidad que tiene delante, y se aferra a la ilusión de su mente, dando por real lo que quiere creer, lo que quiere que exista y no lo que realmente existe. ¿No solemos decir, por ejemplo, que 'el amor es ciego'?

El amor, el miedo, la incertidumbre… pueden llegar a ser tan intensos en el ser humano, que hacen que niegue la realidad evidente que tiene delante, o que la evalúe desde los afectos y no desde la razón.

Hoy, en Cuba, se puede amar la ideología marxista, se puede preferir el modelo socialista, se puede optar por el Partido Comunista, se puede ofrecer la vida por nuestros líderes políticos… Todo esto es un derecho, pero es un derecho que no puede cegar la razón ni hacer que se niegue lo evidente.

¿Y qué es evidente? ¿Qué es lo que la realidad nos pone delante cada día?

Que la vida cotidiana es extremadamente difícil: la comida tiene precios muy por encima del poder adquisitivo de las personas, los medicamentos escasean o no se encuentran, trasladarse es dificultoso y caro, los sueldos no permiten adquirir lo necesario para la vida…

Que cuando una persona expresa públicamente su descontento, o se manifiesta a favor de un cambio de la situación social, es amenazada, acosada o encarcelada.

Que al no existir la separación entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, todo el poder está concentrado y manejado por los órganos partidistas del gobierno, y esto hace que el sistema de justicia esté comprometido a favor de las decisiones del Partido que rige la sociedad, lo cual significa que una persona que discrepe del sistema político actual pueda ser condenada injusta e impunemente.

Que el sistema educativo ha colapsado, y es incapaz de ofrecer una formación con calidad.

Que el sistema de salud es ineficiente y precario, y no puede hacer frente a las necesidades médicas de la población.

Que hay un aumento alarmante de la violencia y la agresividad, elevándose significativamente los robos con fuerza, los asesinatos y los feminicidios.

Que la emigración se ha vuelto una realidad habitual en nuestras familias, con su consecuencia inevitable de abandonos, rupturas y soledades.

Esta situación puede mirarse desde distintas posturas ideológicas o partidistas, pero no puede decirse que no son evidentes, y no puede negarse que necesitan, desesperadamente, una solución.

Si la fidelidad a un Partido o a una ideología exige de una persona una postura en contra de la justicia, la libertad, la verdad y la prosperidad ciudadana, entonces, aceptar esta exigencia no es sólo optar por la ceguera sino elegir ser cómplice del mal. No es fidelidad sino sumisión. No es pasión sino servilismo, en contra de tu propio pueblo y, en realidad, en contra de ti mismo.

Preguntas frecuentes sobre la crisis en Cuba según Alberto Reyes

A continuación, respondemos algunas preguntas clave relacionadas con el análisis realizado por Alberto Reyes sobre la situación actual en Cuba.

¿Cuáles son las principales dificultades cotidianas en Cuba según Alberto Reyes?

Alberto Reyes menciona la dificultad para adquirir alimentos debido a los altos precios, la escasez de medicamentos, los problemas de transporte, y los salarios insuficientes como las principales dificultades cotidianas en Cuba.

¿Cómo afecta la falta de separación de poderes en Cuba según Reyes?

Reyes señala que la falta de separación entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial concentra todo el poder en los órganos partidistas del gobierno, comprometiendo el sistema de justicia a favor de las decisiones del Partido, lo que puede llevar a condenas injustas e impunes para quienes discrepan del sistema político actual.

¿Qué dice Alberto Reyes sobre el sistema educativo y de salud en Cuba?

Reyes afirma que el sistema educativo ha colapsado y no puede ofrecer una formación de calidad, mientras que el sistema de salud es ineficiente y precario, incapaz de satisfacer las necesidades médicas de la población.

¿Qué postura critica Alberto Reyes respecto a la fidelidad a una ideología?

Reyes critica que la fidelidad a una ideología o a un Partido que exige una postura en contra de la justicia, la libertad y la prosperidad ciudadana no es realmente fidelidad, sino sumisión y servilismo, convirtiéndose en complicidad con el mal.

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