El trágico asesinato de un joven cubano de 19 años, residente en el reparto Mantilla del municipio habanero Arroyo Naranjo, ha dejado una profunda consternación entre sus vecinos y allegados, quienes aún no pueden creer la noticia.
El joven, conocido cariñosamente en su barrio como “Guaji” o “Waji”, falleció tras ser atacado con un arma blanca en circunstancias que aún no están del todo claras. “Defendiendo a un amigo. Le dieron una puñalada en el corazón y falleció”, explicó una internauta en el grupo de Facebook Somos Mantilla en respuesta a las preguntas de muchos usuarios del grupo.
Otra comentarista detalló que el incidente ocurrió “en la playa”, mientras que una tercera persona apuntó que “él no era un muchacho ni de guapería ni de ambiente”. El joven, quien vivía en la calle Mendoza del mencionado barrio, fue criado por su abuela, ya que su madre falleció cuando él era pequeño, según coincidieron en señalar varias personas que lo conocían.
Reflexiones y reacciones de la comunidad
“Hay que parar ya. Sinceramente hay que detenerse. Hay mucha hambre, mucha miseria, demasiados problemas como para que de la noche a la mañana también tengamos que lidiar con el dolor de la pérdida de un ser querido. Es muy triste que de ser las personas más alegres y amigables que habían nos convirtamos en asesinos. Seamos conscientes de nuestros actos, luchemos por un mejor futuro y no le destrocemos el futuro a alguien que tal vez tenía planes y metas”, reflexionó una vecina en otra emotiva publicación en el citado grupo.
“Por favor, sobre todo aquí en Mantilla, que últimamente todo lo quieren resolver dando puñaladas. En el mejor sentido de la palabra hagamos el amor y no la guerra sin más”, concluyó.
“Me quedé impactada la verdad porque ese niño era super noble ni se metía con nadie. Él no se merecía eso por Dios”; “Hoy Mantilla, calle Mendoza, está muy triste por la pérdida del Guaji. Dios mío, no tengo palabras”; “Qué golpe más duro. Yo no lo creía. Acabábamos de terminar de jugar fútbol con tu último gol. Te vamos a extrañar”, escribieron consternados otros amigos de la víctima, como parte de los cientos de comentarios que ha generado la muerte del joven en las últimas horas.
“Todavía no proceso la noticia. Los que te conocimos nunca te vamos a olvidar. Tu ternura, tu amabilidad, tu carácter afable, tu disposición para ayudar. Espero tu descanso en paz y resignación para tu familia. Hoy te unes a tu mami que te espera. No era tu momento, aún estabas muy joven. Te vamos a extrañar mucho, mi niño. EPD”, escribió en conmovedora despedida otra persona allegada al joven fallecido.
Según informó una fuente cercana al joven, su asesino aún no ha sido capturado por la policía. El presunto agresor residiría en el municipio Cerro, también en La Habana.
Varios internautas han aprovechado el trágico suceso para reflexionar sobre el incremento de la violencia entre la juventud en los últimos años. Muchos atribuyen este fenómeno a la innegable proliferación de las drogas, un flagelo que incluso ya reconoce el gobierno cubano.
Violencia juvenil y proliferación de drogas en Cuba
En relación con el aumento de la violencia juvenil y la proliferación de drogas en Cuba, hemos recopilado algunas preguntas y respuestas que pueden ayudar a entender mejor esta problemática.
¿Qué factores han contribuido al aumento de la violencia entre los jóvenes en Cuba?
El aumento de la violencia entre los jóvenes en Cuba se atribuye a diversos factores, entre ellos la proliferación de drogas, la falta de oportunidades laborales y educativas, y el deterioro de las condiciones sociales y económicas.
¿Cómo está afectando la proliferación de drogas a la juventud cubana?
La proliferación de drogas está teniendo un impacto negativo significativo en la juventud cubana, generando problemas de salud, adicciones y un aumento en los niveles de violencia y criminalidad.
¿Qué medidas está tomando el gobierno cubano para combatir la violencia y el uso de drogas?
El gobierno cubano ha reconocido el problema y está implementando diversas medidas, incluyendo campañas de concienciación, programas de rehabilitación y un aumento en la vigilancia y control policial.