El régimen cubano ha vuelto a poner sobre la mesa la idea de las escuelas en el campo para sus estudiantes, presentándolas ahora como “una escuela en el campo diferente”. La intención de esta reactivación es que “el estudiante se sienta vinculado a tareas de impacto”, afirmó Karenia Marrero Arrechea, directora general de Educación en La Habana, durante un programa de la Mesa Redonda dedicado al próximo curso escolar en la isla.
Un nuevo enfoque para las escuelas en el campo
“Vamos a iniciar con octavo, onceno, segundo año de la ETP, en un periodo de 15 días, donde el estudiante, además de trabajar en organopónicos del municipio, estará vinculado al trabajo en tarjas y monumentos”, informó la directiva. Al parecer, el tradicional concepto de escuela en el campo, conocido y cuestionado por muchos cubanos que fueron empleados como mano de obra en labores agrícolas, se transforma para pasar del “campo” a trabajos en lugares urbanos, como los propios organopónicos o el mantenimiento de sitios de interés para el gobierno.
Este cambio responde también a la crisis alimentaria que sufre el país, que hace insostenible el mantenimiento de campamentos para jóvenes en labores productivas. Desde hace más de cinco años, el régimen cubano ha intentado aprovechar las ruinas de las llamadas “escuelas al campo” para reconvertirlas en “fincas de autoconsumo”, como parte de su “estrategia” para “impulsar la producción de alimentos”.
Asimismo, algunas de estas instalaciones han sido destinadas como viviendas para familias campesinas que se dedican a trabajar la tierra, aunque sin ofrecerles las condiciones de vida imprescindibles. Por ejemplo, el pasado año, una granja avícola para la venta de huevos de codorniz en divisas fue inaugurada sobre la estructura en ruinas de una escuela al campo en Pinar del Río. La granja, ubicada en el antiguo preuniversitario Lázaro Acosta Paulín, cercano al poblado de Briones Montoto, es la primera de un experimento que el gobierno pretende extender a lo largo del país.
A pesar de que la inversión ascendió a 26 millones de pesos y el primer lote de 4,000 aves ya inició su adaptación en uno de los pisos de la instalación, los responsables del experimento reconocen que aún está por confirmarse la adaptación de las aves a este tipo de espacios, con diferentes niveles y diversas temperaturas e incidencia del viento.
Preguntas frecuentes sobre el nuevo enfoque de las escuelas en el campo en Cuba
En esta sección, abordamos algunas preguntas frecuentes sobre el nuevo enfoque de las escuelas en el campo en Cuba, que buscan esclarecer las dudas más comunes de nuestros lectores.
¿Qué niveles educativos participarán en las nuevas escuelas en el campo?
Participarán estudiantes de octavo y onceno grado, así como del segundo año de la ETP.
¿Qué tipo de actividades realizarán los estudiantes en estas nuevas escuelas en el campo?
Los estudiantes trabajarán en organopónicos del municipio y estarán vinculados a tareas en tarjas y monumentos.
¿Por qué se ha cambiado el enfoque de las escuelas en el campo?
El cambio responde a la crisis alimentaria que hace insostenible el mantenimiento de campamentos para jóvenes en labores productivas y busca aprovechar las ruinas de las antiguas escuelas para impulsar la producción de alimentos.