Un hotel de lujo en el Palacio del Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal
El Palacio del Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal es un excelente hotel cinco estrellas privilegiado por su posición en la legendaria plaza de San Francisco de Asís, situada en La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO y Centro Histórico de la capital de Cuba.
Se halla en uno de los espacios más atractivos de la añeja urbe donde confluyen la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís, magnífica sala de conciertos de música clásica y de cámara; la Lonja del Comercio, importante centro de negocios; el Café del Oriente, un atractivo elegante restaurante y, justo frente a él, la Terminal marítima Sierra Maestra.
Un privilegio adicional a su ubicación es el espectacular mirador que constituye la terraza de su azotea, donde mediante un telescopio se puede disfrutar de las más sobrecogedoras vistas de esa hermosa parte de la ciudad antigua.
Fue inaugurado en 2010 en una antigua y magnífica edificación de elegante y sobria fachada barroca que combina a la perfección con el interior minimalista, la cual perteneció en a finales del siglo XVIII a don Sebastián de Peñalver y fue ocupada en el XIX por los sucesores del IV Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal, según afirma la Ecu Red.
Se trata de un hotel de alto estándar, muy moderno, que engrosa las propiedades habaneras de lujo y cuenta con 27 habitaciones de las cuales veinte son dobles, cuatro matrimoniales y tres son suites maravillosamente decoradas. Siete cuentan con balcón y cuatro son habitaciones comunicantes.
Sus numerosos servicios incluyen internet, habitaciones para fumadores, servicio de habitaciones, lavandería y tintorería, snack bar, bar, cenas y banquetes, desayuno a la carta, mensajería, parqueo, portero/maletero, guarda equipajes, buró de turismo, renta de auto, cibercafé, tienda, taxis y recepción 24 horas.
Su entorno es sorprendente además por el arte que puede admirar el visitante en casi cualquier punto cardinal: a un costado de la entrada principal del hotel, en un banco se halla la estatua fundida en bronce del gran compositor polaco Frédéric Chopin. Pero no es la única que adorna la también llamada Plaza de las Palomas, en cuyos adoquines se posan decenas de estas aves.
Frente a la del eminente músico, unas decenas de metros a la derecha, se ubica la exquisita Fuentes de los Leones, una de las más hermosas y simbólicas de La Habana, esculpida en mármol blanco de Carrara por el artista italiano Giuseppe Gaggini.
Continúa el desfile escultórico, frente a la Lonja del Comercio con “La conversación” de Etienne, donada a la Oficina del Historiador de la urbe por Vittorio Perrotta y justo en la entrada de la sala de conciertos se halla la del “El Caballero de París”, un célebre personaje que fue muy querido por los habaneros.
Este esplendido hotel rinde homenaje a Juan Núñez del Castillo y Piñero, fundador en 1711 de la ciudad de San Felipe y Santiago en la localidad de Bejucal, situada a seis leguas de la capital cubana, hecho que le valió recibir de la corona española el título nobiliario que da nombre al hotel.
Como se dice en buen cubano el San Felipe y Santiago de Bejucal queda cerca de todo: está a pocos metros del Museo del Chocolate, a pocos minutos de la Plaza Vieja, la Bodeguita del Medio, La Plaza de la Catedral, el Malecón habanero, la calle Obispo, el Capitolio Nacional, entre otros lugares insignes de la Ciudad Maravilla del Mundo Moderno.