Cuba nunca olvidará al mejor saltador de altura de la historia
Javier Sotomayor Sanabria, cubano considerado el mejor atleta del salto de altura en la historia, es aún dueño de los récords mundiales al aire libre y en pista cubierta que estableció en 1993, año en el que recibió además el premio Príncipe de Asturias de los Deportes.
Sotomayor, también conocido como el Príncipe de las Alturas, fue campeón en los juegos olímpicos de Barcelona en 1992 y subcampeón en las olimpiadas de Sídney 2000. Obtuvo en dos ocasiones el título mundial al aire libre y cuatro veces el de pista cubierta.
Su récord aún vigente en pista cubierta es de dos metros y cuarenta y tres centímetros y lo obtuvo en 1989 en el mundial de Budapest, Hungría; mientras que el logrado al aire libre asciende nada menos que a dos metros y cuarenta y cinco centímetros y lo consiguió en Salamanca, España en 1993.
Este atleta extraordinario nacido en Limonar, Matanzas, el 13 de octubre de 1967, ya a los diez años practicaba salto alto, a los catorce saltaba por encima de los dos metros y con dieciséis logró su primera marca mundial juvenil de 2,33 centímetros en La Habana, Capital de Cuba, que aún sigue vigente para esta categoría.
En el primer campeonato mundial junior en el cual participó y que tuvo lugar en Atenas en 1986, logró el oro con un salto de dos metros y veinticinco centímetros. Al año siguiente en los Juegos Panamericanos de Indianápolis ganó el primer lugar con dos metros treinta y dos, mientras que en la cita mundial celebrada en Roma quedó en un noveno puesto con la marca de dos metros veintinueve.
Para 1988, con apenas veinte años, el Tigre de Limonar, otro de sus apelativos, ya era parte de la élite del atletismo en el planeta. El ocho de septiembre en el Gran Premio Diputación de Salamanca, superó por un centímetro el récord mundial de dos metros y cuarenta y dos centímetros del sueco Patrik Sjöberg. La Asociación Española de Prensa Deportiva lo reconoció por esta hazaña como el mejor deportista masculino del orbe.
No asistió a los Juegos Olímpicos de Seúl debido a que Cuba, en apoyo a Corea del Norte también se negó a participar. En este boicot participaron media docena de países.
En los juegos Olímpicos de Atlanta su actuación se vio limitada por una lesión en la pierna izquierda y apenas alcanzó los dos metros veinticinco centímetros, superado el por el estadounidense Charles Austin quien saltó por encima de la varilla a dos metros treinta y nueve. En 1997 volvió a obtener el título del mundial y en 1999 lo ganó nuevamente en pista cubierta.
Positivo y últimos años
Pocos días después de que ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg en Canadá, el presidente de la ODEPA, Mario Vázquez Raña, anunció públicamente que el examen antidoping realizado a Javier Sotomayor había resultado positivo: se habían encontrado doscientos monogramos de cocaína en su orina. La noticia causó conmoción en la delegación cubana, en la isla y sorprendió al mundo deportivo. Se anunció el retiro de la medalla ganada en el certamen y fue suspendido por dos años.
Sotomayor negó el hecho calificándolo de "canallada". La IAAG determinó acortar a un año la sanción y los miembros del consejo directivo acordaron darle al atleta una "oportunidad de rehabilitación" teniendo en cuenta su carrera excepcional.
Su séptima participación en el campeonato del mundo de pista cubierta fue en 2001 en Lisboa, donde se ubicó quinto. En Edmonton obtuvo un cuarto puesto y finalmente anunció su retiro el día de su cumpleaños. Tiempo después volvió a ser acusado de dopaje. El anuncio fue criticado por emitirse tardíamente luego de que la sanción del saltador fuese reducida. Sotomayor también se defendió, pero en 2002 la IAAF confirmó el resultado del examen antidoping.
Concluida su carrera deportiva, el Soto se dedicó a entrenar a atletas en la isla y se convirtió en miembro de la Federación Cubana de Atletismo. En 2007 ingresó al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo y en 2011 recibió del Comité Olímpico Internacional el premio "Deporte inspiración para la Juventud".
El exatleta posee desde 2015 la nacionalidad española, la cual fue firmada en la embajada de España en la Capital de Cubana.
