La Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua en Cienfuegos, donde perdura la leyenda
La hermosa e imponente Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, Monumento Nacional y única edificación militar española renacentista construida en Cuba, inaugurada como museo en 1998, se ubica en la ciudad de Cienfuegos, perteneciente a la provincia homónima, situada al sur de la zona central de la isla, a poco más de 240 kilómetros de La Habana, capital de la nación.
Se considera la tercera fortaleza del país y constituye uno de los símbolos que identifican a La Perla del Sur, como también se conoce a Cienfuegos. Se ubica justo a la entrada de la bahía de la urbe y su fundación tuvo lugar en 1745 precisamente con el fin de defenderla y proteger a la ciudad, entonces llamada Fernandina de Jagua, así como a toda la costa sur de la isla de los ataques de piratas y corsarios.
Varios de ellos como Francis Drake, Jacques de Sores, John Morgan, Gilberto Girón y Jean el Temerario encontraron por años en la región un espacio propicio para abastecerse y contrabandear con los habitantes de la zona, cuyos productos no podían comercializarse por otras vías, debido a que España mantenía una fuerte política de restricciones en la isla.
Finalmente la Real Compañía de Comercio de La Habana costeó la fortificación, que se empezó a edificar en 1733 y culminó 12 años más tarde. En 1763 cuando se produce la toma de La Habana por los ingleses, el Castillo de Jagua fue, desde el interior de la isla, protagonista de las maniobras militares encaminadas a rescatar a La Habana.
Su arquitectura muestra rasgos propios de la Edad Media de Europa, en cambio por el foso que la rodea, sus naves en forma de bóveda, su planta geométrica y su adaptación a las características del terreno, resulta una fortaleza típicamente americana. A su vez es también un ejemplo auténtico de arquitectura renacentista. Posee un puente levadizo que reposa encima de varios pilares e impide la comunicación con el interior del castillo.
Cuenta con una puerta de acceso rectangular sobre la cual se halla un arco en forma de bóveda, una escalera de caracol que une los dos pisos de la fortaleza y un posee además una torre con forma cilíndrica, cuya cúpula marca el punto más alto del edificio.
La fortaleza está diseñada especialmente para recolectar cada gota de lluvia, de modo que se abastece del preciado líquido desde la planta superior y se desliza por el interior de los muros y baja hacia el aljibe, que además cuenta con aliviaderos que van hacia los fosos.
Todo el proceso constructivo de la fortificación es mostrado en el museo, así como el surgimiento de la Villa de Fernandina de Jagua y los piratas y corsarios que atacaron la región. Se exhiben además las piezas de artillería, proyectiles, armas blancas y de fuego empleadas por los militares que radicaban en el castillo, entre otros objetos.
La mayor parte de las colecciones que se muestran proceden de los hallazgos de las expediciones arqueológicas presididas por Alfredo Ranquin. Así están por ejemplo la antigua celda de tortura donde los reos sufrían el martirio físico conocido como “gota de agua”. Se exponen igualmente las cadenas y grilletes esposas que les eran colocados.
Pero hay una famosa y peculiar historia de hace siglos, tejida alrededor de este emblemático lugar: La leyenda de la Dama Azul que impacta en quienes la escuchan. Se cuenta que una rara ave aparecía sobrevolando el castillo y graznando para luego transformarse en un hermoso fantasma de mujer que vestía un vaporoso traje azul, con la cabeza cubierta por un velo del mismo color.
Según se dice la aparición salía de la capilla de la fortaleza donde doña Leonor Cárdenas, viuda del primer comandante que tuvo esa guarnición, Juan Cabeza de Vaca, había sido enterrada. Un día un joven alférez, sin prestar oído a las advertencias de sus compañeros, salió en busca del espectro y fue encontrado a la siguiente mañana por la guardia tendido e inconsciente, envuelto en un manto azul y hubo de ser recluido para siempre en un manicomio porque perdió irremediablemente la razón.
El Museo Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua es un centro donde se desarrolla una intensa labor cultural. Además de visitas dirigidas, ofrece información a través de su banco de datos y se imparten cursos de apreciación y creación artística para niños y jóvenes entre otras actividades. Acudir a él es una experiencia enriquecedora el visitante agradecerá.