El Castillo de Seboruco de Santa Bárbara: el mejor mirador de Baracoa
El Castillo de Seboruco de Santa Bárbara (hoy hotel El Castillo), Monumento Nacional, es una imponente edificación de más de 250 años situada encima de una falda a 100 metros de altura sobre el nivel del mar, en la porción nordeste de la ciudad de Baracoa, perteneciente al municipio homónimo de la provincia Guantánamo, la más oriental de Cuba.
Fue diseñado por el capitán Pedro Oviedo, construido entre 1739 y 1741 para defender a la primera villa fundada en la isla por los españoles del ataque de piratas y corsarios y constituyó el tercero y más importante de los edificios defensivos de la ciudad primada
La principal edificación del Castillo, tiene un área de 1820 metros cuadrados, mientras que todo el conjunto alcanza en total un 3698. Está diseñado para adaptarse a la irregularidades del terreno en el cual se levanta, cuenta con muros de mampuesto de sesenta centímetros de espesor con aspilleras, el techo posee una estructura de madera donde se combinan las tradicionales tejas francesas rojizas presentes en gran parte de las viviendas baracoenses, con alfarjes, solera y entablamento.
La altura a la cual se sitúa permitía controlar desde allí en la época colonial la Bahía de Baracoa, la ensenada de Miel y el resto de la localidad. En la actualidad esta posición privilegiada lo convierte en el mejor mirador de la urbe desde donde pueden disfrutarse las vistas más hermosas de esta encantadora ciudad.
A lo largo del tiempo sus finalidades variaron en dependencia de los distintos gobiernos y circunstancias históricas: acogió en 1898 a las tropas norteamericanas, en la etapa republicana fue lugar de tortura y represión y luego de 1959 la milicia tuvo en él su cuartel.
En los años 70 del pasado siglo su objeto social cambió. Fue transformado en centro de hospedaje, más tarde en los años 90 fue remodelado y dotado de mayor confort.
Hoy es el Hotel El Castillo, forma parte del sendero turístico de la ciudad, se encuentra en muy buen estado y está ampliándose para responder a las crecientes necesidades de alojamiento en Baracoa resultantes del incremento del turismo.
Está situado a pocos kilómetros del aeropuerto Gustavo Rizo de la urbe, cuenta con piscina, tienda, buen servicio de lavandería y limpieza, un restaurante que oferta la mejor comida de la ciudad y la opción de probar sabrosas recetas típicas de la zona. Las habitaciones están climatizadas y equipadas con minibar, teléfono, televisión y otras comodidades.
La instalación ofrece además la posibilidad de reservar excursiones al centro de la ciudad, a los fuertes Matachín y La Punta, al cementerio, al río Toa, entre otras.
Visitar esta fortaleza y hospedarse en ella es una aventura única y maravillosa, donde se mezcla el pasado de piratas y corsarios con el paradisiaco y bien conservado entorno natural que rodea a Baracoa, para regalar una magnífica experiencia de vida que sin dudas querrá volver a repetirse.