La Plaza del Che, templo político e histórico visitado por miles
Uno de los sitios más frecuentados por quienes buscan comprender la historia más reciente de Cuba y de su icónico guerrillero.
Santa Clara, a 278 kilómetros de la capital del país, se ha ido posicionando como un polo turístico en la Mayor de las Antillas. Al no llevar el “empaque” de los destinos tradicionales de sol y playa, la más central de las ciudades cubanas ofrece un retrato auténtico de cubanidad. Pero, sin lugar a dudas, uno de sus mayores atractivos le surge del hecho de ser reconocida mundialmente como la ciudad del Che.
Una enorme escultura en bronce desde el Complejo Escultórico que le está dedicado al Comandante Ernesto Che Guevara en esta ciudad (Plaza de la Revolución de Santa Clara), marca el lugar exacto donde se encuentra su tumba, y también el más completo de los museos consignado a su vida y obra.
Se trata de uno de los lugares más visitados del país tanto por admiradores del polémico guerrillero, como por todos aquellos visitantes que quieran conocer la personalidad del que se convirtió muy tempranamente en el ícono visible de la Revolución Cubana.
La Plaza del Che, como popularmente se le conoce al lugar, se concibió para la realización de actividades político culturales en el territorio, con una capacidad probada para 80 mil personas.
Todo en recuerdo del Che
Su explanada tiene 18 mil metros cuadrados de extensión, y se ve flanqueada por 28 palmas (14 a ambos lados) que recuerdan la fecha del nacimiento del guerrillero, el 14 de junio de 1928, en Rosario, Argentina. Al final dos fuentes de piedra con forma de estrella, simbolizan el grado militar del que fuera el primer comandante nombrado por Fidel Castro en su Ejército Rebelde.
En la cima del complejo el visitante podrá apreciar la escultura en bronce, de 20 toneladas, con 7 metros de altura sobre un pedestal de 16. La efigie que representa al Che con su fusil M-2 y en traje de campaña, se encuentra mirando al sur, donde se ubica la serranía guerrillera del Escambray así como a la América del Sur donde nació y murió Guevara.
A ambos lados se situaron murales a relieve, el más grande de ellos con escenas de la guerra revolucionaria y el itinerario seguido durante la invasión de Oriente a Occidente. En el otro se transcribe, con letras de bronce, la carta de despedida del Che a Fidel, una vez que decidió marcharse a tierras sudamericanas a incentivar la guerra de guerrillas.
Bajo la enorme estatua, en la parte inferior del complejo, en un sepulcro modesto y solemne, confeccionado con rocas y madera, se encuentran los nichos del Che y los miembros de su guerrilla en Bolivia.
Aquí, una llama eterna encendida por Fidel en octubre de 1997, flamea a la memoria de los combatientes, en medio de plantas y rocas que recuerdan la quebrada donde fuera capturado y asesinado Guevara, en 1967.
Justo al frente del mausoleo el visitante podrá encontrar el memorial, un museo que ofrece en detallada exposición de objetos personales y documentos, un recorrido por la vida del Che. En sus estantes y vidrieras podemos observar desde fotografías inéditas hasta la propia ropa usada por el guerrillero, su mítica boina, sus fusiles, e incluso los utensilios médicos que empleó el también médico del ejército rebelde.
Igualmente, destacado es el hecho de que, tras la muerte de Fidel Castro, y en el peregrinaje que se les concibió a sus restos por toda la isla, fue en la Plaza del Che, y en especial en su mausoleo, el único sitio donde pernoctaron las cenizas del gobernante.
¿Por qué es Santa Clara la ciudad del Che?
Fue en esta bella urbe del siglo XVII, donde el polémico guerrillero derrotó a las tropas del dictador Fulgencio Batista, siguiendo órdenes de Fidel Castro. Al aunar a todas las fuerzas guerrilleras bajo su mando único, descarrilar un tren blindado que transportaba armas hacia el oriente y luego tomar de la tercera ciudad del país, se suscitaría el triunfo del 1 de enero de 1959.
Además de tales hazañas, durante aquellos días decisivos en la capital de la entonces provincia Las Villas, el Che conoció a Aleida March, su futura esposa; y fue también aquí donde luego fundó como ministro de industrias varias de las principales fábricas de Cuba. Razones que respaldan más que suficientemente ese estrecho vínculo del guerrillero con Santa Clara, y que determinaron que una vez hallados sus restos en Bolivia, en 1997, fueran trasladados y sepultados aquí.
Para aprovechar su estancia, le recomendamos al visitante llegarse al Monumento a la acción contra el tren blindado, que hoy en día es también un museo muy peculiar.
No obstante, en toda la urbe existen varios sitios dedicados a recordar al guerrillero, como son La Universidad Central Marta Abreu de las Villas, El Comité Provincial del Partido, y La loma del Capiro, lugares donde sucesivamente fue situando su comandancia el Che en el asedio que trazó a la ciudad durante los días finales de 1958.
Además, Santa Clara, considera también la ciudad más tolerante y bohemia de Cuba, es uno de los enclaves urbanos más bellos de la isla, a pesar de ser una urbe mediterránea. Sin lugar a dudas ofrece una posibilidad invaluable a quien busque conocer y comprender la historia y realidad del pueblo cubano.