Edificio Bacardí, viejo emblema de un imperio
Desde diferentes puntos de la capital cubana es apreciable a simple vista una vistosa cúpula de estilo Art Decó. Si bien para los habaneros ya no constituye novedad, el curioso turista no queda indiferente y capta con su lente la majestuosidad de aquellos trazos arquitectónicos.
Según los especialistas se trata de la obra maestra del Art Déco en la ciudad de La Habana y uno de los mejores ejemplos de ese movimiento artístico que se conserva en toda Latinoamérica.
Pero, ¿de qué edificio se trata? ¿cuál es su historia?
Esta impresionante edificación fue construida en el año 1929 por la Compañía del Ron Bacardí, adoptando un sugerente diseño en forma de pirámide de escalones, que sería ejecutada por los arquitectos Esteban Rodríguez Castells, José Menéndez y Rafael Fernández Ruenes.
Desde su inauguración y hasta el año 1959 el inmueble albergó la sede de las oficinas centrales de la destilería Bacardí en la isla. Peroya para ese año, tras el triunfo de la revolución, el edificio sería de los primeros nacionalizados junto a la mayoría de los grandes negocios y empresas de La Habana.
En la actualidad, si bien el ron ya no se elabora dentro de Cuba, sino en la vecina isla de Puerto Rico, el inmueble todavía se reconoce bajo el nombre de la familia Bacardí, originaria de Sitges, municipio español de la provincia de Barcelona en la comunidad autónoma de Cataluña.
Si bien al estar cercado por otras muchas estructuras, en ocasiones no se puede lograr una visión completa de la edificación desde su base en la calle, la ostentosa torre puede divisarse desde casi cualquier punto de La Habana. Remata la cúpula de la torre central del edificio, una figura de bronce de un murciélago con las alas extendidas, el histórico emblema de la compañía Bacardí.
Pero del Bacardí además destaca su fachada recubierta de granito rojo que incluye sutiles relieves y bajorrelieves de musas, ninfas, sílfides, salamandras, ondinas y otros seres mitológicos legendarios.
Sus paredes igualmente están decoradas con azulejos y mosaicos de colores brillantes, un elemento decorativo muy común dentro del movimiento modernista catalán, y que le brinda a la estructura un efecto cromático realmente llamativo.
En el año 1996 la Oficina del Historiador de la Ciudad, dirigida por el Doctor Eusebio Leal fue completamente renovado y hoy en día acoge un centro de negocios internacionales, salas de simposios y tiendas.
En el vestíbulo se encuentra el bar-restaurante La Barrita, un lugar muy recomendable por sus deliciosos combinados a base de ron añejo y tabacos, y que además se distingue por un impecable servicio.
Los visitantes pueden subir a la vistosa torre por solo 1 CUC (equivalente cubano del dólar) y disfrutar de las magníficas vistas panorámicas de La Habana.
