Ese verde edén llamado Rancho Querete
Rancho Querete es uno de esos sitios prácticamente desconocidos y que sin lugar a dudas constituye un verdadero edén, si de disfrutar un buen momento de ocio y relajación hablamos.
Justo en las faldas de la cordillera montañosa de de Meneses y refrescado por la brisa de la Bahía de Buenavista, se arropa Rancho Querete con los tupidos bosques que le colorean de intenso verde, se erige como uno de esos sitios que son todo un idilio, si de disfrutar un buen momento de ocio se trata.
Con uno encantos naturales sin igual, y paisajes matizados por las aguas siempre frescas del río Malaffo, a unos tres kilómetros del poblado de Yaguajay, en el centro norte de la provincia cubana de Sancti Spíritus, el sitio es preferido por los veraneantes de varios territorios del país, que llegan hasta aquí deslumbrados ante tanta riqueza natural.
Más allá de los baños en las límpidas y tranquilas pocetas, algunas tan bajas como para los niños y otras de la altura de los adultos, otros atractivos son una invitación permanente, los tocororos, cartacubas y sinsontes acompañan al visitante.
La Unidad Económica de Base Flora y Fauna Jobo Rosado, con un servicio muy peculiar, completan la estancia del visitante en el sitio, donde es posible disfrutar de un suculento almuerzo en el ranchón principal, o de ofertas gastronómicas más ligeras.
Desde Rancho Querete es posible gozar igualmente de caminatas a parajes naturales interesantes y bien cercanos del lugar, disfrutar en grupo o familia por las cuevas de Valdés, la Solapa de Genaro y el Chalet Los Álamos, parajes casi virginales del norte de Sancti Spíritus, que con el tiempo se han convertido en un foco de atracción turística en la zona.
Dichos sitios se suman a otros no menos atractivos como son la villa San José del Lago, en Mayajigua, los cayos de piedra, y la reserva nacional Caguanes, todos ellos distinguidos dentro del senderismo regional por la autenticidad de su flora y fauna, y especialmente por lo cautivante de su paisaje.
Situado en una zona que fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, y con muchos espacios protegidos además por la Convención Ramsar, dado el valor de sus humedales, los recodos de Querete son explotados de manera controlada desde hace algún tiempo, en especial por el turismo nacional.
A esos parajes llegaron el pasado año más de 200 turoperadores, agentes de viajes y representantes de una docena de países, en lo que marca el mayor arribo para un año. Muestra inequívoca del auge y crecimiento que va teniendo este incipiente polo turístico.