Cayo Sabinal en Camagüey, una isla rodeada de tesoros
Cayo Sabinal, es un hermosa isla casi virgen con playas, lagunas y manglares que integra el Archipiélago Sabana- Camagüey, junto a los cayos Guajaba y Romano, y se ubica unos 109 kilómetros al norte de la principal ciudad camagüeyana, y a 634 kilómetros de La Habana, Capital de Cuba.
Este hermoso lugar constituye la cuarta isla de mayor extensión dentro del territorio cubano y se accede por un pedraplén de 22 kilómetros que la separa de la ciudad de Nuevitas, el cual a su vez lo conecta con el resto de los cayos.
Justo en su extremo norte se encuentra el Faro de Colón, que fue edificado en 1848 por los españoles y desde entonces ha servido de guía a las embarcaciones. Es uno de los más antiguos de Cuba.
El cayo debe su nombre a la abundancia en sus tierras del árbol llamado Sabina, de madera preciosa. Su relieve es predominantemente de llanuras marinas, los suelos son hidromórficos y está poblado de manglares.
Este paraíso cuenta con 33 kilómetros de playas, una extensión ligeramente mayor de estas es puramente arenosa y la otra combina la arena y las rocas. Entre ellas se encuentran Playa Bonita, Playa Brava y Playa Los Pinos. Precisamente estos atributos naturales la convierten en uno de los lugares escogidos para desarrollar el turismo en Cuba.
El clima de Cayo Sabinal es cálido y húmedo y siempre en cualquier parte de su territorio bate una brisa agradable, debido a la zona geográfica en la cual se encuentra: Océano Atlántico Norte. Las temperaturas todo el año oscilan entre los 24 y los 31 grados Celsius.
Posee gran riqueza natural, pues cuenta con una exótica flora de costas cubanas abundante en flores silvestres como la mariposa, las orquídeas y árboles entre los cuales sobresalen el ateje, la sabina: especial para la ebanistería porque no la atacan los insectos, así como por su aroma y color rosado; el roble, el jiquí, el sabicú, el ácano, la yaya, cedro, brasilete, guayacán, y otros.
Igual de maravillosa es la fauna conformada por polímitas, jutías, bovinos silvestres, venados, cerdos, el tocororo –ave nacional de Cuba– y un vistoso pájaro cantor: el comúnmente llamado Negrito, por su color. Además existe una reserva natural de flamencos rosados.
Narra la historia que la región fue habitada por corsarios y piratas que ejercían el contrabando en la zona, y para protegerla de sus ataques se creó en 1831el Fuerte de San Hilario. Años después en 1847 se instaló el Faro Colón en La Punta de Maternillos que alertaba al Puerto de Nuevitas y a la fortaleza sobre cualquier incursión indeseada.
Los combates entre los filibusteros dejaron varios barcos hundidos que son hoy toda una atracción para los amantes de las inmersiones, quienes cuentan con un Centro Internacional de Buceo en la zona, que organizan excursiones a las barreras coralinas y los buques: Nuestra Señora de Alta Gracia, el Mortera y el Pizarro que son verdaderos tesoros submarinos