¡Maravillas de mi Cuba! Conoce la Laguna Baconao y su fascinante leyenda
La Laguna Baconao, una de las espectaculares atracciones del parque homónimo declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO y situada a 52 kilómetros de la Ciudad de Santiago de Cuba, cabecera de la provincia de igual nombre, es uno delos destinos más visitados de dentro de este complejo turístico santiaguero, en el oriente de la isla.
Se trata de un lago de aguas quietas y cálidas de cuatro kilómetros cuadrados de superficie dotado de sorprendentes belleza y riqueza naturales, ideal para realizar memorables paseos en botes o bicicletas acuáticas.
Este paraíso natural brinda también la posibilidad de remontarse a la etapa pre colombina observando la reproducción escultórica de una aldea taína—cultura aborigen más avanzada—, en plena realización de sus faenas cotidianas; así que seguramente tu bote o bicicleta acuáticos se cruzarán con una pareja, que parece estar a punto de “atrapar” algún pez con su lanza.
Si gustas del ecoturismo y la observación de aves, en las áreas de exuberante vegetación que rodean la laguna podrás recorrer los senderos existentes y admirar la fauna y flora locales, compuestas por especies de gran endemismo, así como diferentes aves migratorias que suelen refugiarse aquí.
También será un especial regalo el disfrute de los extraordinarios valores paisajísticos del lugar donde contrastan, especialmente al atardecer, el brillo el agua de la laguna iluminada por los rayos del sol, con las altas montañas de la cordillera de la Sierra Maestra que la rodean, el cielo azul y el verdor de la profusa vegetación esparcido por doquier.
El embalse natural alberga además un criadero de cocodrilos y cuenta con un conocido restaurante especializado en mariscos, cuya deliciosa comida será una bendición para recuperar las energías empleadas en las diferentes actividades de jornada, durante la cual seguramente escucharás la leyenda que da nombre a la laguna y a toda la región.
En ella se habla de un niño indígena a quien un árbol mágico nombrado Baconao le enseñó a tocar música usando caracoles de la laguna. El pequeño era muy hábil pescador y nadador y gran jugador de Batos (juego aborigen semejante al béisbol). Acostumbraba tocar música con su caracol, sentado a la sombra del mítico árbol y tal fascinación provocaban sus habilidades que comenzaron a llamarlo Baconao.
Un día salió a pasear por los alrededores como siempre hacía y nunca volvió a saberse de él. La música que salía de su caracol empezó a escucharse en la floresta y los pobladores creyeron que la magia de Baconao se había quedado en los árboles y en toda la región que terminó llamándose como él.
El Parque Baconao, del cual forma parte la laguna abarca una amplia extensión de territorio, casi 85 mil hectáreas, entre cuyos atractivos figuran llamativos sitios escultóricos, sitios de gran valor histórico y regiones de extraordinarias belleza y riqueza naturales pertenecientes a importantes áreas protegidas del país con un alto grado de conservación.