Santa Lucía, un edén azul al norte de Camagüey
Con más de 20 kilómetros de suaves arenas y aguas translúcidas que permiten ver el fondo aun estando a buena distancia de la orilla, Playa Santa Lucía constituye el principal balneario y polo turístico de la provincia de Camagüey; ubicado a 110 kilómetros de la capital provincial y 682 al este de La Habana.
Este increíble paraíso azul forma parte del Archipiélago Sabana-Camagüey, específicamente dentro de la división de Los Jardines del Rey, que es el mayor grupo de islotes que rodea a la isla de Cuba.
Aunque en nuestro país suene redundante, dada la profusión de excelentes playas, se trata de un litoral de extraordinaria belleza, y de ahí su bien posicionada ubicación dentro de los principales polos para el turismo de sol y playa en Cuba.
A la playa Santa Lucía el visitante puede acceder tanto por carretera o por vía aérea, a partir de que dispone de su propio aeropuerto. El enclave igualmente cuenta con 6 resorts de modalidad all inclusive, en funcionamiento durante todo el año, confortables y de agradable estética.
Sin embargo, y a pesar de lo bien que se la puede pasar en el hotel, el viajero no debiera perderse el verdadero tesoro de Santa Lucía, ese que se encuentra fuera. La barrera coralina de sus fondos marinos es la segunda más extensa del mundo solamente superada por la Gran Barrera Coralina de Oceanía.
Igual de llamativo es la larga franja de corales que rompe las olas en uno de los extremos de la playa, una larga barrera que comienza en este punto y termina en la Península de Hicacos, donde se encuentra Varadero.
Desde el Shark´s Friends, un centro de buceo se brindan al visitante cursos de varios niveles con certificación internacional, así como la posibilidad de realizar inmersiones a barcos naufragados por las corrientes, a profundidades que oscilan entre los 15 y los 30 metros.
De hecho, Santa Lucía se distingue igualmente por las opciones que ofrece para el desarrollo de deportes náuticos, cuenta con más de 30 zonas para la práctica del submarinismo y el buceo. Una actividad que tiene como principal atractivo, a sus mencionados corales y la presencia de galeones españoles hundidos en el siglo 19 y otras naves más cercanas en el tiempo.
Según cuentan algunos, el escritor norteamericano, Ernest Hemingway navegaba asiduamente el litoral de Santa Lucía, a bordo de su yate El Pilar. El Nobel de Literatura se dedicaba a pescar mientras buscaba submarinos alemanes hundidos, para recrear después su experiencia en la novela Islas en el Golfo, una de sus últimas obras y de corte autobiográfico.
Muy cerca del balneario nos cautiva la belleza de una Reserva Natural de la Biosfera, integrada por los cayos Romano, Cruz y Guajaba, todos ellos con playas vírgenes y sin explotar prácticamente por el hombre.
Entre las maravillas de la fauna terrestre que hallaremos en sus dunas se encuentra la principal población de flamencos rosados de toda la región del Caribe, una colonia de impresionantes aves que será objetivo seguro de nuestra vista y por supuesto de los lentes más sensibles.
Igual de interesante sería la excursión a Cayo Sabinal, que constituye por su extensión de 335 kilómetros cuadrados, la cuarta isla más grande del archipiélago. Este enclave se conectado a tierra firme por un pedraplén que parte desde la ciudad de Nuevitas, ofreciéndonos increíbles vistas durante su trayecto.
Y por si fuera poco con sus 20 kilómetros de zonas de playa, los huéspedes pueden disfrutar de excursiones a la legendaria villa de Puerto Príncipe, hoy Camagüey, cuyo centro histórico fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 2008.