La subyugante estampa habanera de la Avenida del Puerto
Cuando se piensa en Cuba, y en particular en su capital nos vienen a la memoria increíbles estampas y edificaciones, muchas de las cuales se encuentran bordeando la bahía.
Uno de los paisajes más admirables del complejo urbanístico habanero es el que comprende la Avenida del Puerto. Es esta una de las calles más populares del Centro Histórico de la capital cubana, y se encuentra bordeando a la vieja capital por el perímetro de su renombrada bahía.
Desde el año 2011 se realizó la revitalización de la Avenida del Puerto partiendo de un proyecto de recuperación y reanimación integral que mereció el Premio Gubbio. Como parte de esas obras se reestructuraron instalaciones como los Almacenes de Depósito de San José, el Muelle de la Madera y el del Tabaco.
Es precisamente muy cerca de estos depósitos donde se encuentra actualmente la Cervecería del Puerto, una instalación afamada por la fabricación artesanal de exquisita cerveza. Igualmente, cerca se encuentra la Cámara de Rejas del Muelle de la Caballería y el Emboque de la Luz actualmente en fase reconstructiva.
Pasear por la Avenida del Puerto es un hermoso regalo y nos invita a disfrutar de la brisa marinera y la subyugante vista que se aprecia al otro lado de la bahía.
A lo largo del trayecto divisamos el complejo militar colonial Morro-Cabaña, la inmensa escultura del Cristo de la Habana, el enclave de Casa Blanca, y el continuo ajetreo de las lanchas o cruceros que merodean la Bahía.
Una visita guiada por la avenida nos permite descubrir significativas construcciones de los días de la colonia, como el Castillo de la Punta, el Monumento al General Máximo Gómez Báez, el concurrido Anfiteatro del Centro Histórico o el Castillo de la Real Fuerza.
Igual de tractivas son las visitas al Restaurante-Bodegón Onda, al Teatro Museo del Arca, la increíble Lonja del Comercio, la sede de la Capitanía del Puerto o el Convento de San Francisco de Asís.
Particularmente llamativos resultan dentro del entramado la Iglesia Ortodoxa rusa, el Museo del Ron Habana Club y la Iglesia de Paula entre otros. La construcción de la Avenida del puerto data de 1927 y en sus inicios recibió el nombre de Avenida del Golfo, extendiéndose desde el Castillo de la Punta hasta la populosa calle Egido.
Hoy, esta admirable arteria citadina en la actualidad lleva el nombre de Carlos Manuel de Céspedes, el padre de la Patria, en su primer tramo. Una segunda porción se denomina San Pedro; la Avenida de Paula en un tercer apartado y culmina con Desamparados en el último intervalo.
El programa integral de restauración de la Avenida del Puerto es decisivo para la imagen del centro histórico habanero, como Patrimonio de la Humanidad.
Tal y como dijera el historiador de la ciudad de la Habana Eusebio Leal: todo el que viene a Cuba y a La Habana se encanta con la arquitectura de una ciudad maravilla, que por votación mundial ocupa ese título.
Y es que en realidad todo el visitante se enternece con los encantos de esta ciudad ecléctica que en distintos espacios muestra el carácter, o la forma de ser del cubano. Un pueblo que no puede entenderse sin ese vínculo estrecho y mágico con su mar.