Santa Cruz del Sur, el bello paraje que un día se llevó el mar
Te invitamos a conocer uno de los más fascinantes lugares de la geografía cubana, un rincón de Cuba aún inexplotado por el turismo.
Un pueblo costero cubano fue prácticamente barrido por un huracán en 1932 y, sin embargo, tras la desgracia que ello significó, el enclave resurgió cual ave Fénix, y hoy tiene mucho que mostrarles a los visitantes.
Se trata de Santa Cruz del Sur, municipio cubano ubicado en la costa sur de la provincia de Camagüey y a 613 kilómetros de La Habana. Un enclave que, si bien no tiene la fama y el éxito vacacional de otros balnearios cubanos, nos muestra una comunidad antillana de indudables valores paisajísticos, históricos y culturales. Un sitio que sin lugar a dudas vale la pena visitar.
En efecto, ir a Santa Cruz del Sur es como viajar a la esencia de esos pueblos de pescadores cubanos, un sitio colmado de detalles pintorescos, capaces de cautivar al turista más exigente.
La comunidad dispone de construcciones muy parecidas, con un patrón arquitectónico muy similar, y basado en la tipología de las edificaciones erigidas por aquellas compañías estadounidenses propietarias de centrales azucareras.
Se caracterizan por la presencia de portales frontales o corridos, acompañados de un patio y un traspatio. Varias de estas casonas aparecen rodeadas por enormes jardines, algo típico de los campos cubanos.
Uno de los tesoros más significativos de Santa Cruz radica en la belleza natural del lugar, no virgen, pero sí bien alejado de toda explotación turística extensiva. Esta comarca nos ofrece la posibilidad de acercarnos a parajes maravillosos silvestres, ideales para el ecoturismo y la contemplación de las especies locales de flora y fauna.
Todo el litoral de Santa Cruz es un refugio de una notable variedad de aves marinas como es el caso del flamenco rosado, la garza, la paloma torcaza, el coco, la gaviota, la corúa y alcatraz, entre otras tantas, igual de llamativas.
Por su parte, la vegetación del área, está compuesta esencialmente por arenosas sabanas que constituyen el hábitat de matorrales, palmares y campos de cocoteros que cautivan por sus distintos tonos de verde.
Varias de esas llanuras se encuentran semi-sumergidas en la porción sur, formando áreas cenagosas y bajas, que se ven sumergidas en las temporadas lluviosas, que en Cuba se extienden de mayo a octubre.
Dicha costa, de tipo pantanoso, exhibe a veces profundos esteros, en sus límites con la población de Vertientes, donde desagua el río Remedio, en un lago de agua dulce.
Muy cerca de allí encontramos también la desembocadura del río Najasa y diferentes arroyos que vierten sus caudales a la ensenada de Manopla, áreas que constituyen un verdadero paraíso para todos aquellos amantes del ecoturismo.
La actual comunidad de Santa Cruz del Sur, se levantó tras el huracán del 32, a unos cuatro kilómetros del asentamiento original, igualmente se pobló con casas de madera, edificadas por carpinteros navales.
Si bien sus pobladores, como muchos que habitan en comunidades pequeñas, no admiran en la justa medida los encantos del entorno donde residen. Se trata de una comarca con innumerables valores, como para convertirse en uno de los más genuinos destinos turísticos de la isla. Para demostrarlo están sus increíbles playas, y una admirable riqueza cultural e histórica.
