El Pedraplén de Caibarién a Cayo Santa María: un camino sobre las olas que conduce al paraíso
El pedraplén de Caibarién a Cayo Santa María, muy pronto dejó de ser solamente el medio de acceso a uno de los principales polos turísticos de Cuba, para erigirse en un destino de particulares encantos donde los visitantes pueden extasiarse con toda suerte de especies endémicas de la flora y la fauna marinas, además de practicar deportes y dedicarse a la creación artística.
Ondulando sobre un azul turquesa, el mayor camino de piedras que se haya edificado sobre el mar, conduce diariamente a cientos de visitantes que buscan disfrutar de las paradisíacas playas de la cayería norte villaclareña, ubicada a 380 kilómetros de la capital del país.
Teniendo como punto de partida a la ciudad de Caibarién el pedraplén nos conecta con 14 kilómetros de las mejores playas del mundo, como son Ensenachos, Perla Blanca o Santa María las cuales emulan con las suaves arenas y el espejo de agua del famoso Varadero.
Si de Hoteles hablamos, aquí radican algunos de los más exclusivos de Cuba, como es el Occidental Royal Hideaway Ensenachos, resort de cinco estrellas de lujo, ubicado entre las playas de Ensenachos y El Mégano, o el Meliá Las Dunas de más reciente apertura.
Igual de concurridas son sus instalaciones extrahoteleras que disponen de campos de golf, bases náuticas, delfinarios, parques temáticos, y hasta un aeropuerto para hacer más fácil la comunicación en caso de que no se quiera viajar por tierra.
Sin embargo, la gran mayoría de los visitantes prefieren recorrer esa colosal obra de la ingeniería que es el pedraplén. Un camino de piedras edificado en algo más de una década, y que en su momento fuera reconocido junto al Metro de Madrid, como la Mejor Obra Civil Iberoamericana por su armoniosa combinación de naturaleza e ingeniería.
El entorno del pedraplén sobresale por su exuberante vegetación y paisajes exclusivos, propicios para el fomento del turismo de naturaleza. Aquellos visitantes con afición a la fotografía o la pintura encontrarán perspectivas dignas de ser preservadas por el lente o el pincel, como las usuales bandadas de aves, especialmente las manchas de flamenco rosado, oriundo del lugar.
Y es que la Cayería se reconoce como una de los ecosistemas mejor conservados del país, contando con la segunda formación de manglares de Cuba y un alto nivel de endemismo a lo largo de sus islotes y cayuelos, que forman parte del Archipiélago Sabana-Camagüey.
De hecho el sueño es conectar este paraíso con el polo turístico de "Jardines del Rey" a lo largo de un fabuloso circuito de más de 160 kilómetros de playas y paisajes vírgenes, que sin lugar a dudas son una opción privilegiada en el territorio nacional e incluso a nivel internacional.
El pedraplén está erigido a la altura requerida para evitar que sea sobrepasado por olas de tres o más metros de altura, y todo se proyectó atendiendo a la preservación de los valores naturales de la zona en primerísima instancia.
Con vistas a no afectar la flora y la fauna se evitó cimentar rocas en los manglares y se construyeron 46 puentes, erigidos con hormigón armado y prefabricados. En muchos tramos del pedraplén se colocaron tubos o canaletas que permiten el paso del agua y especies marinas desde ambos lados del camino, y ello por supuesto, también contribuye a la armonía natural del ecosistema.