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Remedios: el pequeño poblado de Villa Clara que acoge las mayores festividades, leyendas y tradiciones de toda Cuba

La provincia de Villa Clara, más allá de las excepcionales playas de su cayería o los indudables atractivos de su flora y su fauna, tiene en San Juan de los Remedios su principal arca histórica y cultural.

Medio milenio no ha bastado para extirpar de la memoria de los remedianos las muchas historias y leyendas que guarda, y que convierten a esta villa en una perla cultural de Cuba. Sus parrandas, sus fiestas sanjuaneras y los incontables mitos y maldiciones que atesora, le otorgan un carácter legendario a esta comarca ubicada 327 kilómetros al este de la capital del país.

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Reconocida como la Octava Villa fundada por los españoles, es en realidad el segundo asentamiento más viejo de Cuba, según demuestran algunas investigaciones, y, por lo tanto, conforma junto a Trinidad (la tercera en fundarse) el retrato más exacto de aquellas primeras comunidades españolas en el nuevo mundo.

Al consolidarse como uno de los principales atractivos turísticos de Cuba, esta villa dispone hoy de varios hoteles de lujo de la Cadena Encanto, como son el Mascote, el Barcelona, o El Camino del Príncipe, los cuales conservan la fisonomía original de los antiguos edificios que circundan el corazón de la urbe.

Precisamente la antigua Plaza Isabel II, hoy José Martí, fue el eje fundacional y punto de partida de todas las calles y arterias que conforman el casco histórico, declarado Monumento Nacional en 1980. Un bello parque cerrado por flamboyanes de color bermellón y arcos de hierro, que contempla el trazado original.

En su entorno se conservan edificaciones características de la época, como son la Casa de Las Arcadas y la del Alférez Real, así como el Café El Louvre, el más viejo en funcionamiento de todo el país, y por donde han pasado grandes figuras mundiales como el poeta y dramaturgo español Federico García Lorca.

Asimismo, es la única plaza de Cuba y de todo el continente americano, que acoge en su perímetro dos iglesias católicas una frente a la otra: la Parroquial Mayor de San Juan Bautista y la de Nuestra Señora del Buen Viaje.

El motivo de tan inusual iniciativa se debió al acaecimiento en costas remedianas del primer hallazgo mariano de Cuba, lo cual originó una serie de fantasmagóricos sucesos, que solo se lograron erradicar con la construcción de un nuevo templo dedicado a la virgen.

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Pero si de rarezas y atractivos curiosos hablamos, el otro templo ostenta el único altar barroco y de oro de todo el país, lo cual habla de la opulencia de los terratenientes de la zona. Igualmente, en la Parroquial Mayor se rinde devoción a una imagen muy peculiar, única de la que se tenga noticias a nivel mundial en que se representa embarazada a la Inmaculada Concepción.

En Remedios abundan los amplios portales corridos, con altos ventanales, cancelas de hierro forjado y enormes aleros afirmados sobre ménsulas de madera y de piedra. Por lo general los techos son de tejas, elevados, y con armazones de abundante decorado. Ello, junto a los patios interiores con aljibes y abundante vegetación, habla de soluciones arquitectónicas de los ibéricos ante las tórridas temperaturas del Caribe.

Otra característica remediana derivada de condicionantes sociológicos es la estructura casi irracional de sus calles, donde prima la irregularidad en cuanto al trazado, lo cual servía como ardid defensivo ante los continuos acosos y ataques de corsarios y piratas.

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Y es que en sus inicios se trataba de una comarca muy próspera que asentaba su economía en el cultivo del café, el cacao y la ganadería menor, a lo cual se le añadió con el tiempo el llamado comercio de contrabando, dadas las limitaciones que imponía la corona española a los hacendados criollos para el comercio.

Pero ningún asedio le ha durado tanto a Remedios como el de los espíritus, brujas, seres mitológicos y de ultratumba, que se mantienen vivos con una fuerza pasmosa en el imaginario popular de varias generaciones. El visitante ha de ser cuidadoso y no mostrarse incrédulo ante los muchos relatos de la tradición oral, pues si de algo es celoso el remediano es de sus leyendas y tradiciones.

De hecho, muchas de las festividades del pueblo se sustentan en estas legendarias creencias. Tal es el caso de las mundialmente conocidas Parrandas Remedianas, el más colorido y vistoso de todos los festejos cubanos, y que se realiza en nochebuena, con el enfrentamiento de los dos barrios rivales hasta la muerte, que emulan entre sí con carrozas y trabajos de plaza que retan la cordura de cualquiera, y son coronados por un cielo envuelto en fuegos de artificio.

Parrandas

En la noche del 23 de junio en la víspera del cumpleaños de la villa se desarrollan las fiestas sanjuaneras, las más antiguas del país, y donde 7 jóvenes nombrados Juan (los 7 juanes) deben darle captura al güije de la bajada, un mítico demonio que siempre logra escaparse antes de ser quemado. A la espera del trofeo, el pueblo arde de entusiasmo y lo demuestra con sus piras, haciendo carreras en sacos, o recordando antiguos juegos como el gato en la tinaja y el palo encebado.

Tan asediada hoy por los turistas nacionales y foráneos, como por los demonios y fantasmas de siempre la vetusta ciudad de Remedios viste sus mejores galas cualquier día del año lo cual acrecienta su mágica belleza y enraíza leyendas y tradiciones que sobrevivieron al peso inexorable de 5 siglos.